¿Qué es la inteligencia cultural?

La inteligencia cultural, un requisito esencial para los expat

No existe una única definición de inteligencia cultural, pero para empezar sugiero una que puede resultar útil a la hora de introducir el concepto: "La inteligencia cultural es la habilidad para adoptar una serie de comportamientos que utilizan capacidades (por ejemplo lingüísticas o interpersonales) y cualidades (por ejemplo tolerancia o flexibilidad) dosificadas de manera oportuna, con respecto a los valores culturales y a las actitudes de las personas con las que interactuamos.”

Partiendo de la teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo Howard Gardner y del concepto de inteligencia emocional de Daniel Goleman, Brooks Peterson define la inteligencia cultural como un conjunto de facetas reconducibles a cuatro áreas o tipos de inteligencia: lingüística, espacial, intrapersonal e interpersonal.

 

• Inteligencia lingüística

  Interactuar eficazmente con personas de otras culturas requiere unas competencias lingüísticas. Mayor es el grado de implicación con el interlocutor, más importante será aprender su idioma. Por otro lado, no hay atención más grande hacia un compañero, un jefe, un socio comercial o la pareja que el esforzarse en aprender su lengua. Tener un conocimiento excelente de la lengua no es esencial para comunicar, lo cual no quita que sea una indiscutible ventaja competitiva, en especial en el ámbito profesional.

• Inteligencia espacial

  Conocer la distancia a mantener con el interlocutor en una conversación, saber dónde se sienta la persona más importante en una reunión de trabajo, cómo deben colocarse las sillas, si las personas para saludarse hacen la reverencia, se aprietan la mano o se dan un toque en el brazo, así como la habilidad para entender, anticipar y a veces imitar de manera adecuada cierto lenguaje corporal... Todos estos elementos son esenciales para empezar de la mejor manera posible una presentación, una reunión, un almuerzo de trabajo, permitiéndonos adoptar el comportamiento más apropiado en un determinado contexto.
  Por ejemplo, los gestos respetuosos de un asiático pueden parecer ridículos a un sudamericano y por el contrario el deseo de comunicar cercanía, que un sudamericano manifiesta mediante un apretón de mano con las dos manos o un toque enérgico en el brazo, puede parecer ofensivos para un asiático.
  Las distintas maneras de emplear el cuerpo, la voz o el espacio por sí mismas no son correctas o incorrectas, representan meras diferencias. La capacidad o la incapacidad de adaptar nuestro comportamiento espacial al contexto en el que nos encontramos, contribuye al éxito o al fracaso de una interacción en ámbito internacional.

• Inteligencia intrapersonal

  En la base de la inteligencia cultural está el hecho de conocer el propio "estilo cultural".
  
  No es tan seguro que entre siempre en juego la conciencia. En raras ocasiones somos conscientes de los valores que están en la base de nuestra cultura nacional (quizás diferentes de nuestros valores individuales) y que de forma inconsciente utilizamos para interpretar y a veces "juzgar" los comportamientos de otros pueblos.
  La conciencia de los propios valores culturales, junto con la conciencia de los valores culturales ajenos, nos permite de hecho adoptar la clave de lectura correcta de los comportamientos en ámbito intercultural, adaptando nuestro comportamiento de forma que sea compatible con el contexto de referencia.
  Para retomar el ejemplo anterior, si el respeto es un valor fundamental en las culturas asiáticas, que genera un conjunto de rituales y de comportamientos formales, el calor humano y la proximidad son valores primarios en las culturas sudamericanas, cuyos comportamientos son la prueba.

• Inteligencia interpersonal

  Según Gardner, la inteligencia interpersonal es la capacidad de "responder" adecuadamente a los demás. Se trata de algo que va más allá no solo de los aspectos lingüísticos de la comunicación, sino también de la comunicación misma. Gardner describe la inteligencia interpersonal como la capacidad de "leer las intenciones y los deseos de los demás, también de aquellos implícitos y menos visibles". La capacidad de "leer" las personas y anticipar sus motivaciones y deseos es crucial para quiénes actúan en ámbito internacional.

¿Cómo se adquiere y se desarrolla la inteligencia cultural? Se trata sin duda de un proceso análogo a aquel de subir una duna de arena: el riesgo de dar dos pasos adelante y uno atrás siempre está presente. Implica altibajos, progresos y retrocesos, independientemente del lugar, de la cultura y del país en el que estamos. Lo cierto es que el enriquecimiento resultante justifica todo el empeño y el esfuerzo empleados para conseguirlo.

En el próximo artículo hablaré de cómo incrementar la propia inteligencia cultural. Mientras tanto, si quieres, puedes compartir aquí abajo en los comentarios qué es para ti la inteligencia cultural y cómo la misma influye en tu vida de expat.

 

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